
Tuesday, January 23, 2007
Tuesday, November 21, 2006
Tuesday, October 17, 2006
Wednesday, October 11, 2006
Confraternidad Juvenil en Santa Maria con el Pastor Justino Flores











Monday, May 29, 2006
El Verdadero Significado de las Cosas
(Romanos 1:19,20)
Por Felipe M. Nava
No hace mucho leía un interesante artículo sobre los principios de cada ser humano. Y me maravillé al leer las palabras del escritor (un científico mexicano) diciendo lo siguiente: “si alguien quiere creer en Dios no tiene más que observar la belleza extraordinaria, extraña he incógnita del desarrollo de la creación” en su estado inicial. Él se refería a las mutaciones genéticas de cada ser viviente. Aclaró, también este científico lo siguiente: “lo que he intentado al mostrar un embrión irreconocible (en su libro “paisajes embrionarios”), que luego será un animal o una planta, es hacer visibles los aspectos de la realidad que más nos cuestan asumir” Ariel Ruiz i Altaba.
Es poca la información que he leído sobre este tema, pero aun con ese limitado escrutinio he podido asomarme a los principios visibles del cuerpo humano que por naturaleza doy por hecho. Somos un misterio que solo en parte entendemos. ¿Porque pensamos, de donde vienen los sueños, en donde se fabrican? Nacemos y pasamos por esta vida experimentando una variedad de cosas que nos forman y estructuran nuestro carácter y nuestra forma de ver las cosas. Nuestro cuerpo (incluyendo nuestro cerebro) siendo parte del reino móvil (Hebreos 12:27,28) está sujeto y nuestro cerebro expuesto al cambio y a la variación. Hablando de lo individual en cada vida humana. Lo cierto es que nuestras acciones tienen sus raíces en ideas y conceptos de la realidad de las cosas. Lo citado en el inicio de este artículo es para poner un retrato en la mente sobre la realidad física de cada ser humano. Viene a mi mente el discurso de Pablo nuestro apóstol con los atenienses (Hechos 17:23-33). Pablo en su discurso ofrece una explicación condensada sobre El Dios de los cielos y su soberanía sobre la humanidad. Este erudito les habla del orden de los tiempos que fueron prefijados por Dios. En pocas palabras les da un breve resumen del propósito del ser humano y su significado. Sí nos preguntamos que es un humano, ¿daríamos una respuesta correcta con decir que es una acumulación de trillones de células desarrolladas en órganos que trabajan armónicamente para dar existencia a ese ser que llamamos humano? ¿Seria esa la respuesta completa a la pregunta o hay mas que incluye la definición del ser humano? Creo que para dar una contestación precisa a esa pregunta, se debe saber a que parte del ser humano va dirigida la pregunta. Lo que quiero decir es que existen varias formas de contestarla porque el ser humano se compone de espíritu, alma y cuerpo (I Tes. 5:23) y de acuerdo a lo que entendemos por la Palabra Divina de Dios, cada parte define una operación distinta de una misma persona. La respuesta a las preguntas depende también de lo importante de la pregunta. El desarrollar una mente “analítica” e “inquisitiva” es importante en estos tiempos para poder entender el verdadero significado de las cosas espirituales. Por cierto que cuando se trata de los significados espirituales, el lexicón con la autoridad suprema es La Palabra inconmovible de Dios. Pero lamentablemente vivimos en tiempos en que el significado original de las cosas ha cambiado de acuerdo con los cambios y vueltas que el medio ambiente ha tenido.
Un cambio nuevo muy marcado es el del “El matrimonio”. Todavía se reconoce de acuerdo a su significado original como la unión de una mujer y un hombre en la mayoría de las partes del mundo civilizado y aún salvaje, pero en algunos lugares, especialmente dentro de los ambientes de educación, civilizados y liberales está siendo cambiado para incluir en su significado la unión de dos personas del mismo sexo. Se cree que llegará el día en que estos cambios serán establecidos como algo legalmente reconocido y respaldado por la ley. De hecho ya hay lugares en los cuales se ha legalizado esta clase de unión. Hace unos 6 o 7 años oí en la radio las noticias de una ceremonia matrimonial de 200 homosexuales y lesbianas en la ciudad de San Francisco, California, oficiada por el alcalde de esa ciudad. Al oír esta desagradable noticia me puse a pensar en el significado espiritual de esto. Vino a mi mente la actitud de los pandilleros. Estos rayan las paredes de su vecindad con su identificación, dando a conocer a sus rivales que ellos son los que controlan esa área de la ciudad. Pensé en esto y pude entender que el enemigo de nuestras almas hace lo mismo. Este sigue poniendo su identidad en la sociedad, diciéndonos con eso que él es quien controla esa área de la sociedad. Dijo un escritor de gran reconocimiento sobre este tema: “Si el matrimonio ha de significarlo todo, entonces no significa nada”. En otras palabras si lo que tiene su definición exclusiva se amplia a incluir una serie de cosas, ese significado pierde su valor. Dijo incluso que basados en la nueva identificación del matrimonio que sus proponentes le están dando, llegará el día en que una predicación del capitulo 1 de Romanos será ilegal y podría causarle problemas legales a cualquier pastor o ministro que lo predique.
Ese es solo un ejemplo de las muchas distorsiones y cambios de significado que está trayendo una mutabilidad social completamente contraria a los preceptos inconmovibles de Dios. Estas variaciones son algo que han movido y seguirán inevitablemente moviendo la mentalidad de muchos hacia una forma nueva de ver las cosas. Este cambio de significados también está sucediendo dentro de los círculos cristianos. Por ejemplo, el fuerte significado del bautismo bíblico (Hechos 2:38,8:16,10:48) ha disminuido en algunos y completamente desaparecido en otros. En unos lugares se efectúa este importante sacramento de acuerdo al gusto del penitente. El amor es otra palabra que ha perdido su significado original. En muchas instancias el amor juega un papel de mayor importancia que la misma verdad en la mente de muchos. Si examinamos las palabras de Pablo en su descripción de el amor vamos a darnos cuenta que lo que nuestro apóstol dice en él capitulo 13 de Corintios es precisamente la descripción del amor. Todos sabemos que sí aislamos esa virtud y la usamos como una lámpara para guiarnos es este camino vamos a fracasar. “El amor sin verdad es ciego, la verdad sin amor causa daño”.
El Señor nos ha proveído varias virtudes y armas para desempeñar diferentes funciones en nuestro caminar. Es triste oír a algunos que entendían claramente la importancia de verdades que por Dios nos ha sido dado entender, el empezar a poner en tela de duda la veracidad e importancia de aquello que hemos recibido de Dios por conducto de nuestro pastor anciano y que ellos antes sostenían y defendían arduamente. Esto describe un vaciamiento de la verdad que a su fin dejará un gran hueco en el fundamento de la casa. Una casa sin fundamento pone en peligro sus habitantes. El amor solo, no es bastante fuerte para sostener un edificio. Dijo Salomón: “Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la inteligencia.” (Proverbios 23:23). El consejo de Pablo nuestro apóstol fue: “Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad y vestidos de la cota de justicia” (Efesios 6:14). ¿Que seria de nosotros si la verdad libertadora de Dios no hubiera llegado a nosotros? (Juan 8:32). Si ha habido un tiempo en que necesitamos la verdad es precisamente en este en el cual existe una enorme cantidad de mentira y confusión. Leí un artículo sobre un nuevo movimiento cristiano el cual promueve en sus fiestas un ambiente de libertad total para los jóvenes. Libertad total en el vestuario, libertad para tocar música continuamente. Dice el artículo que en esos eventos 300 grupos musicales tocan su música rock pesada simultáneamente desde una mañana hasta la otra. La idea de los directores de este movimiento ha sido de proveer una actividad para los jóvenes cristianos que les permita ser lo que son, sin sentir “la presión” que sienten dentro los templos religiosos. Citando las palabras de una muchacha que ha asistido a este evento varias veces: “en los templos tuve que defender mis tatuajes y mi practica personal de quemar incienso”. En las fotos de este artículo aparecen jóvenes con aretes en sus narices, en las cejas, en sus labios y aún en sus lenguas. Las palabras de otra muchacha que asistió a este evento fueron las siguientes: “Cuando ves un grupo de 27 mil personas con diferentes ideologías y formas de vestir y de vivir, juntas amándose, tienes que admitir que allí está Dios en medio de ellos. En otras palabras en este ambiente no hay reglas o perímetros que identifiquen lo permisible por Dios y lo no permisible por El. Mientras todo se haga en amor y no se ofenda el uno al otro, todo está bien. ¿Es eso lo que leemos en la palabra de Dios? Yo creo que si algo tiene la Biblia son reglas y mensajes de alarma y reprensión. Dentro de la iglesia verdadera del Señor existe la gran necesidad de una voz que cause la manifestación de los pensamientos del corazón de muchos. Si somos sinceros tenemos que aceptar que si vivimos nuestra vida de cristiano sin la reprensión, nunca podremos ser liberados de las raíces de amargura, de los pecados de la carne, de los pecados del espíritu y de todo lo demás que nos destruye y nos lleva presos.
Monday, May 22, 2006
Sunday, May 21, 2006
They did not die alone


They did not die alone
Like everyone else, when I think of this unprecedented event, filling with tragedy and glory, I am overcome by melancholy and pride.
Undeniably, 60 years ago history was made within the walls of
All other underground movements in occupied Europe received strategically valuable assistance from
When this story is told to today’s students, they respond with disbelief and frustration. After all, the Allies had spent gigantic sums and invested extraordinary efforts organizing and financing armed resistance against
One reads Mordechai Anielewicz’s letters to his comrades on the Aryan side, or his appeals to Jewish leaders in
It was shortly after Stalingrad, much before D-Day when the Jewish fighting Organization of the Warsaw Ghetto staged the first uprising against
I remember: I raised these issues in a conversation with the legendary Anteks Zukerman, the second in command of the uprising. Our first meeting was also the last.
For years and years we were in touch. Often we spoke on the phone, looking for dates. We promised each other each other: next time we must meet. I have many things to discuss with him. Finally, in the early eighties, at the occasion of a world gathering of Holocaust survivors,” I decide to stop postponing. I came to the “Ghetto Fighter’s Kibbutz” in the North. Antek and I spend several hours alone, sharing views on the role of the memory in the Jewish history. He spoke to me of his ghetto in flames and I told him of mine, so short-lived, emptied of Jews. We discussed the execution of the first Jewish Gestapo collaborator. And the exultation that penetrated the Jewish fighters when, for the first time, they aroused fear in the enemy. And the episode describing them dancing when they shot their first SS.
From Antek I learned a lot about dignity in times of distress and oppression. Why did all Jewish fighters insist on the importance of “saving Jewish honor” in resisting the murderers? Didn’t all heroes perish as martyrs and all martyrs as heroes? Was dying with a gun in the hand worthier than with a prayer on the lips? Most of my questions remained questions.
Our conversation was interrupt by one of his friends: a meeting was taking place and was invited to take part in it. Antek, already feeble, was carried outside in his chair. My entire address was directed at him. When I returned to
And now as I remembered Antek, I try to remember his friends, those who do not make to the
Considerando el Evangelio Original

Considerando el Evangelio Original
Por: Pastor E. Valverde, Sr.
“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis traspasado del que os llamó a la gracia de Cristo, a otro evangelio. No es que haya otro, sino que hay algunos que os inquietan, y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas aún si nosotros o un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:6-8).
Estoy consciente de que el título de este escrito es altamente controversial. Pues la innegable realidad es que son hoy multitudes, tanto de organizaciones religiosas autodenominadas Cristianas como también de enseñadores individuales, quienes profesan y proclaman estar “anunciando el evangelio original”. La confusión que para los presentes tiempos esto ha causado, es monumental. Precisamente esta es la “Babilonia” que el Espíritu Santo señala en Apocalipsis Cáp.17 y 18, y que por cierto nos está anunciando hoy que está ya por caer. Ciertamente que cuando caiga, el Señor va a declarar lo que es falso y lo que es verdadero, pues nos dice que “entonces os tornaréis, y echaréis de ver la diferencia entre el justo y el malo entre el que sirve a Dios y el que no le sirve”(Mal. 3:18).
Pero mientras tanto en que ese día llega, nunca haríamos bien en sentarnos “debajo de un enebro” (1 Rey. 19:14), a llorar desconsoladamente viendo que los que se prestan para escuchar “a espíritus de error y a doctrinas de demonios” (1 Ti. 4:1), por lo regular crecen y prosperan. Y en cambio “los que enseñan a justicia la multitud” (Dn. 12:3), sufren toda clase de impedimentos y de limitaciones. La realidad es que precisamente esa tenaz operación es la que da testimonio de la verdad. Pues “el dios de este siglo” (2 Co. 4:4),-quien es nada menos que Satanás, el anticristo-siendo el autor mismo de la confusión, nunca va a estar de acuerdo en dejar que el amor, la justicia, y la verdad, caminen aquí libremente. El conoce perfectamente quienes son “los hijo de Dios, y los hijos del diablo”(1 Juan 3:10), y es lógico entender que su mayor rabia está enfocada siempre precisamente en contra de los hijo de Dios.
Así que nuestra parte es el no dejar de contraatacar continuamente, no importando cuál fuere la condición física o material en que nos encontráremos. Sabemos bien que nuestro Señor y Maestro, Jesucristo nuestro Dios, conoce a la perfección cuál fuere nuestra situación, y que Él pudiera cambiarla si así quisiere. Pero también sabemos que El sabe mejor qué hace, y como ha hecho siempre con Sus hijos fieles a quienes ha concedido el supremo privilegio de ser portadores del mensaje de la verdad, de la justicia y del amor (Fil. 1:29).
Un Poco de Historia Sobre el Principio de la Apostasía Entre el Cristianismo
La confusión en la mente humana, muy particularmente en lo que respecta al conocimiento de Dios y de sus verdades, el diablo aprendió a fomentarla desde el Huerto del Edén (Gn. 3:1-5). La historia bíblica nos da también razón de las incontables ocasiones en que el pueblo de Israel. Habiendo sido víctima de la confusión y llevado así por el enemigo a creer mensajes de error, se apartó de la voluntad de Dios y se echó sobre sí juicio, maldición y ruina. Entre el Cristianismo la operación del engañador no ha sido menor, antes mas bien mayor. Pues en este caso no se ha tratado ya solamente de una nación o de una raza, como lo es el pueblo Judío, sino de multitudes de un profesante Cristianismo esparcido entre todos los pueblos, linajes y lenguas habido por los últimos dos mil anos y hasta hoy sobre la faz de la Tierra.
El profesante Cristianismo, que para las presentes fechas reclama una membresía universal de aproximadamente 1,500 (mil quinientos) millones de adeptos, está distribuido por todo el mundo hoy entre un incontable número de “Religiones Cristianas” de todos los tamaños y tintes doctrinales imaginables. Todas esta “religiones” a su vez, desde la mayor-la cual el Espíritu Santo llama “MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”(Ap. 17:5)-hasta la menor (que en muchas ocasiones está integrada solamente por uno o dos individuos alucinados), invariablemente reclaman estar hoy anunciando el evangelio original. Humanamente hablando, la verdad es que nadie entre nosotros podrá jamás desenredar esta monumental y terrible madeja doctrinal. Repito que eso solamente el Señor lo va a hacer; y lo va a hacer pronto ya, por cierto.
Esta operación de desvío entre el Cristianismo, tiene la edad de la Iglesia misma. Los apóstoles que escriben las epístolas, sin excepción, nos dan razón de la “apostasía” que en sus mismo días ya había comenzado a manifestarse. Pablo menciona entre los apostatas de aquellos tiempos a Himeneo y Fileto, advirtiendo a los humanos fieles, “que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurrección es ya hecha, y trastornan la fe de algunos” (2 Ti. 2:18). Juan advierte a los santos sobre la actitud inflada de otro apóstata en sus tiempos diciendo: “Yo he escrito a la iglesia, mas Diótrefes, que ama tener el primado entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo viniere, recordaré las obras que hace parlando con palabras maliciosas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y prohíbe a los que quieren recibir, y los echa de la iglesia” (3 Juan 9-10).
“PERO ESTOS MALDICEN...Y SE CORROMPEN EN (SUS DESVIOS) COMO BESTIAS BRUTAS”
El apóstol Santiago por su parte se dirige a los falsos de aquellos días, y reprende la hipocresía de los tales diciéndoles: “Pero si tenéis envidia amarga y contención en vuestros corazones, no os gloriéis, ni seáis mentirosos contra la verdad; que esa sabiduría no es la que desciende de lo Alto, sino terrena, animal, diabólica”(Stg. 3:14-15). El apóstol Judas de igual manera reprende duramente a los apostatas de su tiempo diciendo: “Pero estos maldicen las cosas que no conocen; y las que naturalmente conocen, se corrompen en ellas, como bestias brutas” (Judas 10); y continúa en su mismo escrito hablando duramente en contra de las actuaciones desviadas de los tales.
El apóstol Pedro, refiriéndose también a los apostatas de sus tiempos, no solamente repite la misma terminología de Judas, “bestias brutas” (2 Pedro 2:12), mas agrega diciendo de éstos: “Porque mejor les hubiera sido no conocer el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, tornarse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro se volvió a su vómito y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” (2 Pe. 2:21-22).
Es el apóstol Pedro quien de igual manera, basado en las experiencias ya habidas entre el pueblo de Dios (tanto en Israel como en la Iglesia ya para esos tiempos), previene a los fieles diciendo: “pero hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos doctores, que introducirán encubiertamente herejías de perdición, y negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos perdición acelerada. Y muchos seguirán sus disoluciones, por los cuales el camino de la verdad será blasfemado” (2 Pe. 2:1-2).
El apóstol Pablo (al igual que el apóstol Pedro y los demás apóstoles), se nos dice que “enviando desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia”, y entre las varias cosas que dijo, previno a los pastores reunidos diciéndoles: “Por tanto mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos (pastores), para apacentar la iglesia del Señor la cual ganó por su sangre. Porque y sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos repaces, que no perdonarán al ganado. Y de vosotros mismos se levantaran hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí”(Hechos 20:17 y 28-30). Considero que lo citado es suficiente para comprobar el hecho de que la apostasía y las confusiones doctrinales entre el Cristianismo empezaron desde los principios de este mismo. No se trata por lo tanto de algo novedoso hoy, sino que es un cáncer espiritual que ha afectado siempre al pueblo de Dios, el cual es el cuerpo de Cristo el Señor.
SI LA APOSTASÍA EMPEZÓ ENTONCES, ¿QUÉ PODREMOS DECIR DESPUÉS DE DOS MIL AÑOS?
Si ya había apostatas en el tiempo en que vivieron los apóstoles, que fueron los vasos en quienes el Señor quiso conferir una potestad espiritual y doctrinal única (y digo esto porque los escritos de estos ministros del Señor Jesús, son aceptados por nosotros hasta hoy –dentro de Canon sagrado-como la misma voz de Dios). ¿qué podremos esperar ahora, después de casi dos mil años? Ahora, cuando “los tiempos de los Gentiles” (Lc. 21:24), de la Gracia, de la Iglesia, están llegando a su fin. Ahora, cuando la Segunda Venida del Señor está a las puertas, y cuando “el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo”(Ap. 12:12). Ciertamente que la confusión ha estado siempre entre el pueblo de Dios, pero cualquier Cristiano sensato puede entender que ahora es el tiempo en que este cáncer espiritual maligno tiene que hacer crisis.
Durante el curso de todos estos siglos pasados y hasta hoy, Satanás se ha esforzado en corromper el cuerpo de Cristo el Señor, como lo es el pueblo escogido de Dios en su totalidad. El diablo ha logrado ciertamente su objetivo en una gran parte, y ha creído por tanto que podrá lograrlo en su totalidad. Pero eso nunca ha sido, ni será posible jamás, porque el mismo Señor ha dicho: “Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen, Y Yo los doy vida eterna, y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que me les dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”(Juan 10:27-29). Además está profetizado desde la antigüedad que “los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos”(Dn. 12:10).
En el curso de todos los tiempos ha habido muchas ocasiones en que el diablo ha logrado hacer que los justos crean, y aún hasta que sientan, como que ya no tiene caso el pelear porque la batalla está perdida. Si logró hacer esto con Elías, el poderoso profeta de fuego, con mayor razón se ha esforzado en hacerlo con muchos justos de entre los “pequeñitos” del Señor. Y esto más particular en esto días que son el tiempo del fin. El razonamiento sutil del engañador sigue hasta hoy diciendo: “Los hijos de Israel (el pueblo de Dios) han dejado Tu alianza, han derribado Tus altares, y han muerto a cuchillo Tus profetas; y yo solo he quedado, y me buscan para quitarme la vida”. Mas la voz del Todopoderoso también sigue diciendo: “Yo haré que queden en Israel (entre el pueblo de Dios) siete mil; todas rodillas que no se encorvaren a Baal (a los demonios de error), y bocas todas que no lo besaren”(1 Rey. 19:10 y 18).
APRECIANDO EL SUPREMO PRIVILEGIO DE SER POSEEDORES DE LA DIVINA PALABRA DE DIOS
Por principio de cuentas debemos darle gracias a nuestro Dios por tener en nuestras mano Su Palabra, la Biblia. El Libro Santo que es la misma voz del Eterno para sus hijos, y por lo tanto la autoridad suprema en lo que respecta al conocimiento de Dios y de Su voluntad.
Sin ella viviríamos en un horripilante caos, y en una confusión espantosa y perpetua. Pues por la Santa Palabra de nuestro Dios sabemos quiénes somos, de dónde venimos, qué estamos haciendo aquí, y para dónde vamos. Aún más, por el Libro Divino sabemos quienes somos los hijos de Dios, y conocemos a nuestro Padre. Sabemos de esas maravillosas “cosas que ojo no vio, ni oreja oyó, ni han subido en corazón de hombre...que ha Dios preparado para aquellos que le aman”(1 Cor. 2:9). Por Él sabemos hoy de “las aflicciones..(de) Cristo, y las glorias después de ellas”(1 Pe. 1:11).
Cuando Pablo reprueba y condena a los Gálatas la aceptación de ese, “otro evangelio”, entendemos que se trata “del evangelio de Cristo” pero torcido. Se trata de una imitación falsa del evangelio original y genuino, pero que aparece como si fuere la verdad. Pedro apóstol confirma esta operación demoníaca cuando dice, refiriéndose a los escritos de Pablo (y por lo consiguiente a todas las Escrituras del Nuevo Testamento), que “entre la cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras (refiriéndose aquí a los Escritos Sagrados del Antiguo Testamento en el cual a su vez está invariablemente anclado el Nuevo), para perdición de sí mismos”(2 Pe. 3:16). Desde entonces y hasta hoy, esa es exactamente la operación del engaño, repetida durante el curso de los siglos en un ciclo malévolamente inexorable.
Las Escrituras Sagradas están esculpidas en las páginas del Libro Santo, declarando las verdades con respecto a Dios y su voluntad. Pero esas mismas Escrituras siendo torcidas, arregladas o interpretadas por los “espíritus de error”, pueden decir o significar no precisamente lo que Dios quiere, sino lo que “los inconstantes” desean que diga. Una de las pruebas más palpables para probar lo dicho la encontramos cuando vemos al atrevido Satanás, citando la Palabra de Dios para tentar al mismo Señor Jesús (Mt. 4:6). Para estas fechas sería completamente imposible el tratar de enumerar el cúmulo de Escrituras que han sido usadas torcidamente entre el profesante Cristianismo. De igual manera sería imposible señalar la multitud de doctrinas que, al ser examinadas detenidamente a la luz de la Palabra de Dios, con todo temor y reverencia ante el Señor, habrían de resultar falsas o desviadas de la verdad.
ALGUNAS DE LAS POPULARES DOCTINAS QUE SON HASTA HOY PARTE DEL “OTRO EVANGELIO”
En los púlpitos y en seminarios bíblicos, por la radio y la televisión, por las páginas de esta revista y demás publicaciones, por grabaciones tanto fonéticas como visuales, y por todos los medios posibles, el Señor me ha impulsado y por muchos años para que anuncie verdades doctrinales y proféticas basadas en Su Palabra. Estas verdades bíblicas a su vez reprueban inevitablemente muchas de las enseñanzas erróneas de ese “otro evangelio, las cuales son realmente extrañas al verdadero evangelio de nuestro Señor Jesucristo”. Muchas de estas doctrinas “extrañas” fueron formuladas hace ya muchos siglos, pero son hasta hoy creídas por una gran mayoría entre el profesante Cristianismo que las acepta incondicionalmente como si fueran la misma Palabra de Dios. Otras de estas enseñanzas falsas son relativamente nuevas, pues han tenido sus orígenes y han sido promulgadas en la última parte del presente milenio.
A continuación menciono algunas de estas doctrinas y enseñanzas “extrañas” al Evangelio verdadero. Cito solamente por sus nombres aquellas que hasta hoy son más populares y con una explicación breve de identificación , aquellas que son menos conocidas, pues nos es completamente imposible el poder explicar aquí en una manera amplia y especifica cada una de ellas. A todos nuestros lectores interesados en conocer más a fondo lo que la Palabra de Dios realmente dice con respecto a estas doctrinas y enseñanzas “cristianas” erróneas, les invito a que se comuniquen con nosotros y con mucho gusto le daremos la información correspondiente. Estamos para servirles, en el Nombre del Señor Jesús.
*La Trinidad
*El Bautismo (en los Tres “Nombres”, por Aspersión y a los Inocentes).
*La Misa y La Transubstanciación
*La Adoración de los “Santos”
*El ministerio Sacerdotal
*El Celibato y El Ascetismo
*Que Dios ya Desechó al Pueblo Judío
*Que la Iglesia es ISRAEL
*Que la Iglesia Consiste en Cierta Organización
*El Gobierno de Autoridad de Hombre en la Iglesia
*Que el Hablar en Lenguas es el “Nacer del Espíritu”
*Que Dios es Solamente Amor
*Que el Cristiano no debe sufrir aquí
*Que una vez Salvo, Siempre Salvo
*Que la Jerusalem Celestial es de Oro Literal
*Que el Reloj Profético de Dios está Parado
* Que aun no Aparece la Apostasía en la Iglesia
* Poniendo la Tribulación del Pueblo del Señor
en el Lugar de la Ira de Dios
* El Rapto Misterioso y la “Resurrección” de los Espíritus
*Un Anticristo Futuro en una Semana de Siete Años literales
*Que el Anticristo es la Bestia
*Que la Marca 666 es Literal
*Que los Testigos Son Dos Individuos
*La Idea Común de: “Irse al Cielo”
Que las Moradas Eternas son Casas Literales
Y otras muchas enseñanzas erróneas más....
ESCRITURAS QUE DECLARAN EL ERROR DE CADA DE LAS ENSEÑANZAS FALSAS CITADAS
Explico nuevamente que la lista de enseñanzas falsas citadas es parcial; pues he enumerado solamente las que pudiéremos llamar las más populares, porque conectadas con éstas, hay un cúmulo interminable de interpretaciones doctrinales y proféticas, algunas de las cuales rayan en lo absurdo y lo ridículo. Mas con respecto a lo ya citado, creo que nunca haríamos justicia a nuestros lectores sinceros quienes, leyendo con un corazón abierto, al mirar lo que es erróneo quieren conocer lo que es la verdad. Siendo imposible aquí tratar extensamente sobre cada uno de los temas aludidos cito en breve, para beneficio de nuestros lectores interesados, algunas de las escrituras que reprueban cada error.
(Léase esta lista conforme el orden de la primera. Ahora, si alguien deseare obtener mayor información, puede escribir o llamar a las oficinas de Publicaciones MARANATHA, y en el amor del Señor Jesucristo se les atenderá).
- Dios es UNO (Dt. 6:4).
- El Bautismo es el Nombre de Jesucristo (He. 2:38).
- Por inmersión (Ro. 6:4).
- A quienes pueden creer (Mr. 16:16).
- En la Santa Cena el Señor no puede ser ofrecido otra vez (He. 6:6 y 10:14).
- Sólo a Dios se debe adorar (Ex. 20:4).
- Cristo es hoy nuestro sacerdote (He. 10:11 y12).
- El ministro debe ser casado (1 Ti. 3:2- el ascetismo prohibido-Jn. 17:15 y 1 Ti. 4:1-3).
- Dios no ha desechado a Israel (Ro. 11-1-2).
- La Iglesia somos ahora parte de Israel (Ef. 2:11-19).
- La Iglesia es solamente UNA y es “UN Cuerpo” (1 Co. 10:16-17 ) la potestad humana está prohibida entre el ministerio de la Iglesia (Mt. 20:25-28 y 1 Pe. 5:1-3).
- “Nacer del Espíritu” es el cambio en el pecador, cuando “ ha nacido de Dios” (1 Jn. 3:9).
- Dios es amor, mas también es “terrible”, y es “Fuego Consumidor” (Job 37:22 y He. 12:29).
- El cristiano fiel está llamado aquí para padecer (Fil. 1:29).
- La salvación es posible perderla aquí (Mt. 24:13).
- La Jerusalem celestial, que es la Iglesia (Ap. 21:9-10), está edificada no con oro “ corruptible”, sino con “piedras vivas” (1 Pe. 1:18 y 2:5).
- Lo dicho por el Señor siempre se ha estado cumpliendo y nunca se ha detenido (Mt. 24:35).
- La Apostasía apareció ya desde el principio de la Iglesia (1 Ti. 4:1-3).
- La tribulación del pueblo de Dios es para bien y siempre ha estado; la del mundo impío es otra cosa, y es la ira de Dios que está por caer (2 Tes. 1:6-9).
- La esperanza de la Iglesia es la Segunda Venida del Señor en gloria (1 Ts. 4:16 y Tito 2:13).
- La resurrección será en los cuerpos humanos muertos. Los espíritus no mueren (Lc. 24:39).
- El anticristo, que es el espíritu del “dios de este siglo” (2 Co. 4:4), ha estado en el mundo desde que empezó el ministerio de Cristo (1Jn. 4:3).
- La última mitad de la septuagésima (70) semana de Daniel no es literal. Es el tiempo de la gracia, de los Gentiles, que se cierra con la redención de Israel (Ro. 11:25-27).
- El anticristo es el diablo. La bestia actual es la 4ta de la visión de Daniel: el 4to reino es la presente civilización (Dn. 7:17).
- La marca del número 666 es simbólico. Tipifica juicio y condenación: “El que no ama a su hermano, está en muerte” (1 Jn. 3:14).
- Los Dos Testigos son el Israel fiel y la Iglesia fiel, y han testificado durante todo el tiempo de los Gentiles (Ap. 11:2-3).
- La gloria (el cielo) de los hijos de Dios no es un lugar. Es el mismo Señor. Y Él viene a nosotros (2 Ts. 1:9).
- Las moradas eternas son los cuerpos de gloria que Dios nos ha prometido (2 Co. 5:1).
UN BREVE COMENTARIO FINAL
El ministerio que mi Dios y Señor Jesucristo le ha placido encomendarme, y en el cual para estas fechas he servido ya por una vida, hace ya mucho tiempo entendí que ha salido altamente controversial. Las verdades del Libro Santo que el Señor me ha inspirado para que entienda y anuncie, como la forma en que he sido movido para que las hable, han causado siempre por una parte un impacto positivo, y por la otra parte ha provocado una conmoción negativa.
Para este tiempo de mi vida, en una escala mundial, la operación de este ministerio ha polarizado la multitudes de aquellos a quienes he ministrado, ahora tanto por el mensaje hablado como por el mensaje escrito. En un lado están los Cristianos que aprecian y agradecen lo que han recibido del señor por mi conducto, los cuales me aman intensamente. La otra parte, los que han sido conmovidos en forma negativa, no solamente han rechazado los mensajes diciendo que este ministerio no es de Dios, sino que también han despreciado al vaso. Entre ellos (sabe mi Señor que esto lo digo con dolor), están muchos a los que esta ministración los ha provocado aun a que me aborrezcan y me maldigan. Entre estos (al igual que por la otra parte), están quienes nunca han visto mi rostro.
Confieso (y mi Dios sabe que digo verdad) que este ministerio me ha sido humanamente pesado y doloroso. Y digo así porque mi Señor sabe que en toda mi vida mi mayor deseo ha sido siempre, el hacer mi parte para hacer felices a los demás. Y el ver la reacción contraria y negativa ha sido hasta hoy lo pesado, y la causa de este dolor. Movido por esto, sigo preguntado hasta ese día a los que así me hacen sentir: “¿Heme pues hecho vuestro enemigo, diciéndoos la verdad?” (Gá.. 4:16). Y agrego: ¿Hubiera sido justo el desobedecer a lo que estoy seguro que mi Señor Jesucristo me ha encomendado, para fin de hacer felices a mis enemigos gratuitos?
¡Nunca! En cambio he dicho y seguiré repitiendo hasta el fin de mi carrera junto con mi hermano, el profeta Miqueas: “Vive el Señor, que lo que el Señor me hablare, eso diré” (1 Rey. 22:14).
La realidad hoy es que para este tiempo he cumplido con la mayor parte de lo que mi Dios me ha encomendado. Hoy mi mayor gozo, y mi profunda gratitud ante el Señor, es que Él me halla concedido el poder ver el fruto de la labor de una vida. Mi recompensa y mi felicidad es el considerar hoy las multitudes de los santos, a través de barreras, fronteras y continentes, que han sido y que siguen siendo beneficiados por medio de este ministerio. MARANATHA ha sido un vehículo para proclamar verdades eternas. Bendiga el Señor a todos los que aman la verdad.
Viendo al Invisible

Viendo Al Invisible
Hebreos 11:27
El escritor del libro a los Hebreos hace la siguiente referencia de Moisés: “Por fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible”. De acuerdo a estas palabras podemos entender que la visión de Moisés echó fuera el temor que él tenía a la ira del rey Faraón (Hebreos 11:27). Unos cuantos versos anteriores a esta cita se nos informa que nuestros antepasados, empezando con el padre de la fe: Abraham, vieron las promesas de lejos y creyéndolas las saludaron (Hebreos 11:13). Que tremenda visión de aquellos hombres a quienes no les fue concedido ver las promesas en su cumplimiento, pero aun así se distinguieron en su entusiasta entrega y servicio a Dios. En el segundo libro de los Reyes encontramos el relato de el sitio que rey de Siria ordenó en la cuidad de Dotan donde vivía el profeta Eliseo. Dice la escritura que Giezi, siervo del profeta, se levantó de mañana y vio que estaban rodeados de soldados sirios y temió delante de tal escena. Llamó entonces a su señor y exclamó: “¡Ah señor mío! ¿Qué haremos? Entonces Eliseo le dijo: “No hayas miedo: Porque mas son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y dice que “oró Eliseo, y dijo: “Ruegote oh Señor, que abras sus ojos para que vea. Entonces El Señor abrió los ojos del mozo, y miró: y he aquí que el monte estaba lleno de gente de acaballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo” (II Reyes 6:14-17). Podríamos decir que en ocasiones lo visible nos obstruye que veamos lo invisible. Se dice que cuando alguien pierde la vista física sus demas sentidos se perfeccionan, como lo es el tacto, el oído, el paladar, etc., Esto quiere decir que el lugar que la vista tiene en el ser humano es de inmensa importancia y que las demas funciones del cuerpo dependen bastante de esta facultad. El trabajo que el ojo humano realiza es increíblemente complicado. Este se compone de 16 partes mayores y diferentes cada una de la otra. Estas tienen su función particular para darnos la imagen o fotografía del objeto o información visual que entra por el ojo y que se registra en nuestro cerebro. Por cierto que es en nuestro cerebro donde realmente vemos, oímos y sentimos. La prueba de ello es que al estar inerte el cerebro, el dolor no se registra, las imágenes no se registran, los sonidos no se registran. Por lo tanto no se ve, ni se siente ni se toca. Estamos claros entonces de que nuestros cinco sentidos son solo vías por las cuales entra información a nuestro cerebro. Todo este proceso intrínseco y complejo nos grita a gran voz diciéndonos que Dios, El Diseñador de todo, quien puso al genero humano dentro de un mundo visible, con el fin de que por medio de lo visible vea lo invisible (Romanos1:20, Hechos 17:28) puso mensajes de grande valor en la naturaleza para que al verla el humano, hubiere él de inquirir, analizarla y hallar a Dios en el proceso. Hay un adagio que dice que: “Un retrato vale mil palabras”.
Al observar todo esto con el lente espiritual podemos identificar la tremenda importancia que la vista tiene en el aspecto espiritual. Así como el ojo se forma de 16 componentes mayores para trabajar en unidad y traducir las ondas electromagnéticas de luz en un tipo de impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro por conducto del nervio óptico, así también nuestra vista espiritual se compone de varios componentes como lo son la humildad, el corazón limpio, el amor fraternal, la fe, virtud, ciencia, templanza, paciencia, temor de Dios y otras mas que transportan la luz al alma para que veamos Al Invisible y lo invisible de Su creación. El Señor habló bastante de la preponderante importancia de la vista espiritual. Pensemos en que El Señor quien colocó los ojos físicos del ser humano en el lugar apropiado, (en la cabeza, cerca del cerebro) también instaló los ojos del ser espiritual junto a la parte céntrica del ser espiritual el cual es el alma. Y desea Él que Sus hijos tengamos nuestra vista espiritual bien abierta para que veamos lo invisible y caminemos seguros sin engaño. Las Sagradas Escrituras nos indican que los apóstoles y discípulos del Señor entendieron esto a la perfección. Sabemos esto por sus expresiones, como las siguientes: “No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las cosas que no se ven: Por que las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas” (II Cor. 4:18), “Porque por fe andamos no por vista” (II Cor.5:7), “Poned la mira en las cosas de arriba no en las de la tierra” (Col.3:2). Otro hombre de Dios que vivió muchos antes de Pablo exclamó las siguientes palabras: “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en el polvo y en la ceniza” (Job 42:5,6). Todos estos hombres de Dios hablaron de la vista espiritual y de sus experiencias personales en que se asomaron al mundo invisible de Dios. Veamos entonces que el tener la vista espiritual abierta produce confianza en Dios, como Moisés y también una profunda humillación como Job. Entendemos, incluso que la vista física es influenciada por la vista del alma. Esto es decir que las cosas se ven dentro de cada cerebro individual, de acuerdo a lo que está en su mente. Por eso creemos que para ver las cosas del punto de vista de Dios necesitamos tener “la mente de Cristo” (I Cor. 2:16). Debo aclarar que al hablar de esto no me refiero a las visiones y experiencias incongruentes de muchos cristianos que fabrican imaginaciones en su fiebre emocional que al final los desvían de la verdad. El tema que aquí nos ocupa se trata de lo serio, estable e inconmovible de Dios. Lo que se sujeta al orden ya establecido en el Libro Santo de Dios: La Biblia (I Corintios 14:32,33).
Entendidos de esto continuamos. Entendemos que así como la vista física juega una importancia colosal en todas las actividades y funciones interrelacionares y personales del ser humano, también en el cristiano la vista espiritual tiene su importancia superante. La vista espiritual se necesita para vernos a nosotros mismos tal y como somos en verdad y también para ver a Dios en nuestro diario vivir. Dentro de las bienaventuranzas El Señor Jesús menciona una que tiene que ver con la vista. Dice El Maestro las siguientes palabras: “Bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8). Esto me dice que una de las condiciones para ver al Invisible es necesario ser de corazón limpio. Y creo que allí no se refiere únicamente a ver a Dios en Su gloria, en Su segunda venida, sino que esta expresión del Maestro incluye el mirar a Dios en nuestro diario caminar. Esto me hace recordar las palabras de uno de los cantos de nuestro amado anciano Pastor Efraim V. Sr. que dicen: “Te miro Señor en la llanura. Te miro Señor en las praderas. Te miro Señor en las alturas. Donde quiera que voy, donde quiera que estoy yo te miro Señor”. El apóstol Pedro nos refiere una lista de nueve virtudes que dan vida a nuestros ojos espirituales y dice que el que no tiene esas nueve virtudes “es ciego, tiene la vista muy corta…” (Padece de miopes) (II Pedro 1:5-9). Juan apóstol nos presenta todavía otro vistazo del odio o aborrecimiento fraternal que produce ceguera espiritual: “Mas el que aborrece a su hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe á donde va; porque las tinieblas le han cegado los ojos” (I Juan 2:11). Son muchas las enfermedades espirituales que ciegan al cristiano. Se dice de cierto rabí que dio la siguiente contestación a la pregunta de uno de sus discípulos quien le preguntó: “Antiguamente hubo hombres que vieron a Dios; ¿Por qué hoy no los hay? El rabí respondió: “Porque hoy nadie puede humillarse tanto. Hay que humillarse algo para sacar agua del torrente”. El Señor dio la vista a un ciego llamado Bartimeo. Oyó El Señor su clamor desesperante y le dio su vista (Marcos 10:46-52). Creo que la desesperación de Bartimeo debe ser también la nuestra. Debemos pedir que nuestra vista espiritual se nos aclare cada día más para mirar el significado del pasado y conectarlo con el presente para ver de esa forma el porvenir profético (ICrónicas12:32). Si ha habido un tiempo en que es imperativo tener nuestra vista espiritual operando a su capacidad máxima es en este último tiempo, porque este tiempo trae consigo los últimos acontecimientos antes de la venida del Rey de reyes. Recordemos que El Señor empieza su explicación de las señales del fin con la palabra: “Mirad que nadie os engañe”. (Mateo 24:4). Cuidémonos entonces de las enfermedades que causan ceguera, como lo es la diabetes espiritual, la cual se ocasiona, entre otras razones, por medio del consumo de la azúcar en demasía. Existe un volumen grande de cristianos diabéticos que son resultado de las comidas dulces que hoy en día se sirven en los banquetes de mensajes que estimulan las emociones y solo satisfacen los sentidos naturales pero dejan el hombre interior debilitado y hambriento y miope. Muchos de estos cristianos no se interesan en el crecimiento, solo desean “tener un buen tiempo en El Señor”. No pueden comer los rollos de Dios que muchas ocasiones son amargos (Apoc.10:9-11), pero traen los elementos que nos dan fuerza sólida y duradera, a nuestros órganos espirituales. Que Dios nos ayude para que nunca desechemos los manjares de Dios que contienen la nutrición balanceada y la medida exacta que cada uno necesitamos para un desarrollo sano y fuerte para llegar hasta el fin con las fuerzas y la vista de un vencedor.
Vuestro Hermano,
Felipe M. Nava
Buscando y Asegurando Nuestra Identidad

Buscando y Asegurando Nuestra Identidad
Por Felipe M. Nava
A Israel se le fue dicho desde el principio: “…Israel es mi hijo, mi primogénito” (Éxodo 4:22, Isaías 43:1-7), Dios nunca les ocultó su identidad, desde su creación han sabido quienes son y a quien pertenecen. El saber su identidad ha sido lo que ha usado Dios para guardarlos en medio de todas las ocasiones en que estuvieron a punto de perder su filiación, por medio de la asimilación con las demás naciones. Hubieran desaparecido por completo sus rasgos.
Por cierto que todavía existe un buen número de Israelíes que anhelan perderse entre las naciones para no tener que sufrir el desprecio del mundo. Las palabras del primer ministro Yitzhak Rabin fueron precisamente que el pueblo de Israel debería olvidarse de que es escogido por Dios y que tiene derechos a la tierra por lo que está escrito en la Biblia. Que todo eso era retórica antigua que no tiene aplicación en este tiempo moderno. En otras palabras, quiso decir: “Necesitamos una nueva identidad porque la que tenemos, por medio de nuestros padres, nos ha causado muchos problemas”.
Esas palabras incitaron a los ultra religiosos, ardorosos defensores de su herencia. De entre esa rama del judaísmo salió el que acabó con la vida del primer ministro Rabin. Podemos entonces deducir que la identidad es algo de mucha importancia ante los ojos de Dios para sus hijos.
Al estar leyendo una revista noticiera que recibo semanalmente me encontré con un artículo que trata con la idea que, después del atentado terrorista en Nueva York y en la capital del país, ha surgido. Y esto es que debemos respetar y aceptar las diferentes creencias religiosas que desde algún tiempo se han establecido y que para estas fechas han cobrado gran prominencia en este país. La realidad es que esta representación en su más profundo intento lleva consigo la misma línea de razonamiento que se maneja dentro de los colegios y universidades y esa es que “no hay un solo camino hacia Dios”, sino que son varios los caminos que llevan hacia Dios. Que no existe una verdad absoluta o sea una verdad que sea superior a la opinión humana. Se les enseña que no se dejen influenciar por los demás, que formen sus propias conclusiones. Que actúen como individuos. Que piensen por sí mismos. Que hagan sus propias decisiones sin tomar en cuenta la opinión de sus padres mucho menos la de los demás.
Los proponentes de estas filosofías aseguran que no es cierto que haya consecuencias por nuestras decisiones o nuestra conducta después de la muerte. Tratando discretamente (y en ciertos casos aun abiertamente) de debilitar o obstruir la influencia que la palabra absoluta de Dios pudiere tener en las mentes de muchos de estos futuros líderes públicos. Podríamos decir entonces que la verdad de Dios “sufre violencia y los violentos la arrebatan” (Mat. 11:12). Entre más pasa el tiempo, todos los elementos del “reino de los cielos” sufren violencia y se necesita más y más violencia espiritual para obtenerlos y guardarlos. Existe hoy un bufete de toda clase de formas, dogmas y credos religiosos. Haciendo mas difícil el encontrar la verdad absoluta de Dios, sobre la cual debemos edificar (Efesio 2:20).
A una persona se le identifica por su nombre, aspecto físico, idioma, lugar de nacimiento, carácter y profesión. Cada uno de estos distintivos dicen algo diferente de la persona. Por ejemplo, el nombre lo conecta con sus raíces familiares. El aspecto físico identifica su estado nutritivo; el idioma, el lugar donde nació; el carácter, en términos generales, el ambiente en que creció la persona; y la profesión, el nivel de educación.
Podríamos mencionar muchos más ejemplos y formas de como identificar a una persona, pero nos concretamos a esta pequeña lista por esta vez. Agrego que cada uno de estos distintivos tiene más profundidad al escrutarlos más. Pero en este caso el enfoque mayor es el llevar todo esto a la parte espiritual. En el Salmo 87 versos 5 y 6 encontramos estas palabras: “Y de Sión se dirá: Este y aquél han nacido en ella; y fortificarála el mismo Altísimo. El Señor contará cuando se escribieren los pueblos: Este nació allí”.
El trato del Señor con su pueblo Israel es en el plano físico y literal. Al traer los distintivos antes mencionados al plano espiritual lo podríamos descifrar de la siguiente manera:
Nuestro nombre, nuestra reputación, nuestro testimonio, (Eclesiastés 7:8) habla de lo genuino de nuestro nacimiento espiritual.
El aspecto físico representa, la clase de comida espiritual que comemos.
El idioma, la habilidad de hablar y entender el lenguaje de Dios (Juan 8:43). Cuando hay humildad y sinceridad con Dios en nuestro corazón, es cuando empezamos a aprender en verdad el lenguaje de divino.
El lugar de nacimiento identifica ciertas costumbres que se adaptan, haciéndose parte de la vida. Cuando el Señor determinó usar la vida de Moisés para sacar a su pueblo de Egipto y dirigirlo hacia Canán, primero lo hizo huir de Egipto hacia la tierra de Madián (Éxodo 2:11-15). Allí le habló en una zarza y le presentó su plan. Después de convencerlo de su nuevo llamado, empezó Dios a quitarle las costumbres que todavía tenía en su vida, las cuales había desarrollado en su lugar de nacimiento. Este proceso duró 40 años. La influencia del lugar de nacimiento puede ser positiva o negativa.
El carácter, en términos espirituales más concretos, representa el ambiente familiar (congregación) en que ha sido criado. Si ese ambiente fue un ambiente positivo, esto le ayuda a refinar su identidad. Si es negativo ese ambiente ofusca la identidad de Dios en su vida. Cabe agregar a esto que la identidad que tenemos de Dios en nuestra vida se difunde en gran parte de lo que hagamos en nuestra vida personal, pero a la vez no podemos negar que nuestras relaciones exteriores afectan lo que somos en lo interior en forma positiva o negativa.
La profesión, en lo espiritual, representa el entendimiento de nuestro desplege como hijos de Dios, embajadores del Altísimo aquí en la tierra (II Cor. 5:20, Efesios 6:20). Esto no tiene que ver con el nivel de intelectualidad humana, sino más bien con el nivel de despertamiento y discernimiento (Hebreos 5:14) espiritual, entendimiento (Daniel 12:10) producido por la sabiduría que viene de arriba (Santiago 1:5).
La fuente de nuestra identidad como parte de los santos del Altísimo (Daniel 7:27) está en conocer a nuestro “Padre Celestial” (Efesios 3:15). En Él encontramos nuestra equivalencia y aseguramos nuestra identidad que está fundada en el Reino inmóvil (Hebreos 12:28). •